Anabel Pantoja dio la bienvenida a su unigénita, Alma, el 23 de noviembre de 2024. Ese fue para ella uno de los días más felices de su vida y nada hacía presagiar lo que iba a ocurrir un mes y medio después. El pasado 9 de enero del año en curso, la bebé tuvo unas complicaciones de salud que requirieron ingreso hospitalario. Fue entonces cuando, en una revisión rutinaria efectuada por los facultativos, se inició el protocolo de protección de menores desencadenado por unas presuntas lesiones que presentaba la recién nacida y que pusieron en alerta a los sanitarios. A pesar de que Anabel siempre mantuvo su inocencia y la de su pareja y padre de la menor, el fisioterapeuta David Rodríguez, aún no se han esclarecido los verdaderos motivos que llevaron a la familia a ser protagonista de estas diligencias.

Después de que esta delicada noticia trascendiera a los medios y de que se hiciera cargo de ella el Juzgado de Instrucción Número 3 de Las Palmas, Anabel se pronunció en sus redes sociales sobre el caso. “Hace 11 días que se paró mi vida”, escribió el 20 de enero. “Seguimos luchando con amor y fe y avanzando paso a paso”, admitió. “Seguimos adelante”, ha asegurado. “Gracias de corazón”, ha concluido tras un extenso comunicado en el que pide, encarecidamente, “poder vivir el proceso con normalidad, sin especulaciones ni exigencias”.

Una vez recibieron el alta hospitalaria tras varios días ingresada en la UMI —Unidad de Medicina Intensiva— del Hospital Materno Infantil de Gran Canaria, Alma volvió a casa con sus padres, donde se encuentra “sana y feliz”, según declaraciones de la creadora de contenido. A pesar de que todavía no se ha resuelto el caso en su totalidad, se ha sobreseído provisionalmente la causa. Algo que ha traído relativa tranquilidad al seno de la familia que, ahora, enfrenta otros problemas como la nula relación de David y Merchi, la madre de Anabel. Dos figuras enfrentadas que, tal y como ha trascendido, se han negado a pasar estas fechas tan señaladas compartiendo