Alejandra Rubio fue una de las grandes protagonistas del 60 cumpleaños de Terelu Campos, y se dejaba ver muy nerviosa a la hora de atender a la prensa que estaba allí presente. Sobre todo, después de haber protagonizado un llamativo posado junto a Carlo Costanzia padre, que inevitablemente está dando mucho que hablar. Y es que muchos lo han entendido como un claro posicionamiento por parte de las Campos, justo cuando acaban de publicarse las memorias de Mar Flores. “Solo quiero estar tranquila por un día”, afirmaba Alejandra bastante agobiada. “Buscamos la naturalidad siempre”, trataba de explicarse.

Del mismo modo, ella asegura que con Mar Flores todo sigue bien y no hay ningún problema. "Yo estoy aquí en el cumpleaños de mi madre y ya está, vale. Es que, ¿qué queréis que os responda? Que muchas felicidades a mi madre y que sea una noche preciosa”, se sinceraba ante los reporteros. “¿Cómo lo explico? Que yo trabajo aquí, pero soy más tímida de lo que os podáis imaginar. Entonces, aquí hay que entender la repercusión, ¿no?”, alegaba al respecto. “Paz y amor, y que me dejen vivir un poquito, ¿vale? Es mi forma de ser, ya está. Yo soy así”, zanjaba decidida.

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Y respecto a la polémica que puede desatar ese posado junto a Terelu Campos y Carlo Costanzia, justo cuando Mar Flores acaba de publicar sus memorias, ella deja entrever que no tiene por qué tener ninguna clase de connotación negativa, ya que se trata de una simple foto junto a su familia. “Es que nadie ha hecho nada malo, ¿vale? Hay que ser normales. Si otras personas se lo quieren tomar de otra forma, que se lo tomen. Estamos siendo normales", declaraba. De lo que no cabe duda, es de que Alejandra no se esconde, y a día de hoy sigue muy unida a su suegro; al igual que Terelu Campos, con quien Carlo tendría “mucha relación”.

Muy preocupada por la unidad familiar, la joven también reconoce que le encantaría que se pusiese fin de una vez por todas a las polémicas. Por otro lado, tampoco ha habido posado con José María Almoguera, y cuando le preguntaban por su primo, Alejandra trataba de esquivarlo de la mejor manera posible. “Yo estoy hablando de mi vida, no de la vida de los demás. Bueno, ¿y qué hago? Pues es mi primo”, argumentaba. “Ya le he felicitado hoy por su desfile. Ya está, ahora le veré, le daré dos besos y ya está”, zanjaba el tema con indiferencia.