Jessica Bueno se ha convertido en una de las grandes favoritas de esta nueva edición de Supervivientes All Stars, reality al que ha regresado después de nada menos que 14 años. Y si bien en aquella primera edición, ella misma advertía que habíamos visto a una niña, antes de comenzar la aventura prometía que esta vez íbamos a conocer a “una mujer que está más fuerte que nunca”. Más preparada física y mentalmente, la modelo también reconocía que le había costado mucho despedirse de sus tres hijos: Fran, Jota y Alejandro. Sin embargo, se ha superado por completo en estos 50 días que lleva de concurso e incluso ha conseguido vencer en las votaciones a Gloria Camila Ortega, quien se convertía en la última expulsada del reality.

De ese modo, Jessica también tuvo que decirle adiós a una de sus grandes amigas en los Cayos Cochinos, aunque todavía le esperaban más sorpresas. Y es que poco después se proclamaba ganadora de la prueba de líder, un triunfo que no dudaba en dedicarle a sus pequeños de 12, 9 y 4 años respectivamente: “Voy a tardar un poco más en llegar, pero llegaré. Os quiero. Esto va por vosotros que sois la fuerza de mi vida”, les decía visiblemente emocionada. De hecho, en su discurso también aprovechaba para hacer referencia a las personas que se habían quedado a cargo de los menores: sus padres.

“Les dedico el collar de líder a sus tres hijos y a mis padres. Si no fuera por ellos yo no podría estar viviendo esta experiencia aquí con la tranquilidad con la que la estoy viviendo, sabiendo que mis tres tesoros están felices y bien", confirmaba emocionada. “Gracias de corazón a todo el mundo que me apoya, que también va por vosotros”, agregaba. Ya antes de marcharse a Honduras, Jessica expresaba su intención de que los niños se quedasen con sus abuelos maternos: Francisco Bueno y Loli Álvarez, pero también planteaba la posibilidad de que el padre de los pequeños se trasladase a Sevilla para estar pendiente de ellos.