Mario y Claudia han vivido una de sus peores noches en Honduras. Junto a Javier Ungría, eran los dos concursantes que se jugaban su permanencia en el concurso, y, sin esperarlo Jorge Javier anunciaba que la primera salvación de la gala correspondía al esposo de Elena Tablada. Así, la pareja se medía en un reñido duelo que confirmaba que uno de los dos se iba a convertir en el expulsado definitivo.En ese momento, la influencer y su novio acudieron al ‘set de nominaciones’ para hablar en la intimidad y poder despedirse y fue ahí cuando la creadora de contenido no puedo contener las lágrimas: “Aunque él me va a matar, quiero que se salve él. Me encuentro mal desde hace tiempo”, aseguraba. Mario respondía que no era justo y, en ese momento, protagonizaron una romántica escena donde se dijeron todo lo que sentían el uno por el otro a la cara.

El desenlace fue una jarra de agua fría para Claudia, quien al enterarse que Mario era el expulsado por la audiencia se tiró al suelo completamente rota. “Tranquila, va a estar todo bien, te lo prometo”, manifestaba Mario. “Quiero pedir perdón si alguna vez he ofendido a alguien, me da pena irme así porque no me habéis conocido”, proseguía explicando.
Después de abandonar la palapa y pedir a sus compañeros que cuidaran de Claudia, Mario conocía que su destino aún no era España. Laura Madroño le comunicaba que formaría parte del equipo de posibles repescados, una oportunidad que el exconcursante de La isla de las tentaciones no quiso aceptar.

“Yo ya tenía mi cabeza en casa. Si te soy sincero, ahora mismo no quiero participar. Eso me mata. No me lo esperaba para nada. Mi mente está con mi hijo y mi familia. Sabía que si me pasaba esto aquí no iba a poder seguir. No quiero estar en la repesca. Espero que la gente lo entienda”, decía. De esta manera, Mario quedaba completamente fuera de la segunda oportunidad del concurso y Laura Matamoros se convertía en la elegida para volver a convivir con sus compañeros, en calidad de concursante, en Cayo Paloma.