Indefensión, impotencia, desorientación, enfado, tristeza, ansiedad. Así pueden llegar a sentirse los pacientes que, tras someterse a un tratamiento de fertilidad,  no consiguen el tan deseado positivo.
Muchas parejas abandonan en este punto, tras un esfuerzo emocional que los ha llevado a transitar un carrusel de emociones, en el que la esperanza ha sido la sensación más importante para ellos. Otras, en cambio, deciden continuar y repetir el tratamiento, a pesar del desgaste. El deseo de tener un hijo, para algunas personas primordial, les impulsa a continuar.

Reducir las interferencias emocionales
 
Es en estos casos, explican desde Clínicas Eva, en los que se hace más necesario que nunca el apoyo psicológico, con objetivos claramente diferenciados. El primero es, cómo no, facilitar el bienestar subjetivo de todas las partes involucradas en el proceso de fertilidad. Esto se logra ayudándoles a procesar los distintos duelos por lo que hayan podido pasar en relación a ese hijo que no llega o a esa familia que, creen, no terminan de construir.¿Cómo? Detectando posibles disfunciones psicológicas asociadas  a  la fertilidad, y reduciendo la interferencia emocional que pueda alterar el proceso reproductivo.
 
Todo ello facilita, explican desde el equipo de psicólogos de esta red de fertilidad, una mejor adherencia a los tratamientos, y, por lo tanto, una disminución de abandonos. Así, durante la repetición del TRA, estos profesionales de la salud mental, siempre coordinados con el ginecólogo, les ayudan a revaluar el caso, y a valorar las nuevas opciones. Esto es, a reacomodar toda la situación de infertilidad, reconvirtiéndola en un acontecimiento que permita el crecimiento de la pareja y de cada uno   de sus miembros en particular.
 
Por último, como confirman los expertos, y como complemento a las herramientas psicológicas propiamente dichas —terapia cognitiva y activación conductual— es bueno tirar de los siguientes recursos para el bienestar emocional durante la repetición de un tratamiento de fertilidad: ejercicios de relajación, respiración diafragmática y mindfulness