Otoño, rutina y sueño: la gran lucha de los padres con el cambio de estación
Los expertos nos ayudan a encontrar las claves para recuperar un sueño de calidad
Dormir a pierna suelta toda la noche no es una tarea fácil cuando después de una temporada estival en la que los ritmos del día a día se han visto trastocados por las vacaciones, los días largos, los cambios de los horarios laborales… Es un hecho cuando la vuelta a la rutina llega y comienza el otoño, los más pequeños de la casa son quienes más lo notan. Las tareas y los exámenes, las extraescolares, las tardes interminables de un lado a otro, las jornadas en el parque… hacen que, muchas veces, a pesar de que lleguen a casa cansados, sean incapaces de conciliar el sueño, despertándose en infinidad de ocasiones y sin poder disfrutar de un descanso reparador.
Para que los más pequeños desarrollen buenos hábitos podemos implementar ciertas rutinas diarias que les ayuden a descansar mejor. En molis&co lo saben bien y, por eso, María Font, CEO de la marca y todo su equipo, nos cuenta cuáles son estos hábitos que podemos establecer y algunos productos de la marca que favorecen el descanso de pequeños y mayores.
1. Mantén una temperatura adecuada en la habitación
Lo ideal es que se sitúe entre 18 y 22 grados, evitando tanto el exceso de calor como el frío nocturno. Según la temperatura de la habitación, se usa un TOG distinto:
TOG 2.5 para temperaturas de entre 16 y 21°C, en invierno.
TOG 1 para temperaturas de entre 21°C y 23°C, en entretiempo
TOG 0.5 para temperaturas de más de 23°C, en verano.
El saco de dormir con mangas Winter Animals es ideal para esta temporada. Confeccionado en algodón y con un relleno acolchado, proporciona a los más pequeños un tacto suave y una agradable sensación de confort.
2. Relajarse antes de conciliar el sueño
Un baño templado, leer un cuento o escuchar música tranquila ayuda a los niños a desconectar y prepararse para el sueño, ayudándolos a relajarse poco a poco y disfrutar así de un descanso pleno.
Además, enfundarlos en un pijama manta suavecito al terminar la ducha, los ayudará a crear un clima mucho más reconfortante.
3. La importancia de los materiales
La ropa y la ropa de cama deben permitir la transpiración y ser suaves en contacto con la piel, para evitar irritaciones o incomodidad. Es vital que los niños se sientan cómodos y fresquitos para que nada los agobie y puedan dormir calmados.
El algodón es una de las claves para conseguirlo y, por eso, elegir un saquito transpirable en este material asegura una temperatura adecuada y el máximo cuidado para los más pequeños, favoreciendo un descanso profundo y revitalizante.
La propuesta de molis&co para este otoño es clara: una paleta de tonos suaves, estampados atemporales y materiales naturales que cuidan la piel.
4. La luz para encontrar la calma
Por la noche, crea un entorno oscuro y tranquilo. Una luz tenue puede ayudar a transmitir calma y calidez, haciendo que los niños se sientan mucho más seguros y duerman sin tantas inquietudes.
Además, un pijama manta con el que no se sientan oprimidos les ayudará a sentirse más libres y cómodos. Una prenda perfecta para gatear, sentarse en la trona o dormir… siempre manteniendo la calidez y el confort que necesitan.
5. Las edades marcan la pauta
Las necesidades cambian según la edad: lo que funciona para un recién nacido no es lo mismo que para un niño de tres años. Por ejemplo, los niños recién nacidos duermen mucho más cómodos en saco de dormir, ya que se sienten más protegidos.
Pero, conforme van cumpliendo años, el pijama manta es una alternativa mejor, ya que les aporta mayor libertad de movimiento. Por eso, para garantizar un descanso reparador y con la máxima comodidad, es necesario ajustar el pijama a la edad de los niños.