La asiduidad con la que se tienen relaciones sexuales comienza a ser un tema que preocupa a muchas personas.  El deseo sexual hipoactivo, que así se llama, llega cuando la abstinencia sexual produce angustia o hace sentir mal a la persona que la padece. SE trataría de un trastorno consistente en la falta de interés continuada y crónica por este tipo de relaciones. No sólo por su práctica, sino que puede incluir el desinterés por los contenidos y las fantasías eróticas. Una situación que afecta en su mayoría a mujeres ya que hablamos, según la Sociedad de Medicina Sexual de América del Norte, del 22% de las mujeres y el 5% de los hombres, siendo en el grupo femenino, y según también datos de la SMNSA, la disfunción de mayor incidencia en este ámbito.

El deseo sexual hipoactivo en uno de los miembros de una pareja puede ser motivo de conflicto y dar al traste con la relación, pero la buena noticia es que se puede tratar. Se conocen sus diversos orígenes y los tratamientos para combatirlo se han generalizado en las últimas décadas. El envejecimiento, ligado a al declive hormonal, afecta a la funcionalidad sexual. Es lo que se conoce como menopausia en la mujer y andropausia en el hombre. La solución, en ambos casos, y después de un estudio completo del estado de salud de cada individuo, según apunta el doctor Alfonso Galán del centro Neolife, es la terapia hormonal sustitutiva bioidéntica. Según explica desde estos centros. Dicho tratamiento consistiría en reponer las hormonas perdidas —testosterona, progesterona y estrógenos, según el caso— con otras bioidénticas.

Se trata de una terapia que, según se ha demostrado, además, muy beneficiosa, añade el experto, en la protección de la salud cardiovascular de la mujer. En cuanto al varón, se sabe que previene el declive general de su organismo, y que, en particular, ralentiza la pérdida de masa muscular y densidad ósea asociadas a la edad.

En cuanto al deseo sexual hipoactivo no asociado al envejecimiento, se han identificado distintas causas:

· El estrés y la ansiedad asociados al estilo de vida.

· La inadecuada higiene circadiana o no dormir suficientes horas de calidad.

· La depresión y alguno de sus tratamientos tienen también estrecha relación con la disminución de la libido.

· El componente metabólico, lo que quiere decir que nuestro complejo sistema metabólico tiene una amplia relación con nuestra salud

sexual y libido. Personas que cursen cuadros patológicos como síndrome metabólico, diabetes u obesidad tienen más riesgo de sufrir problemas de libido o disfunción eréctil.

Para todos ellos, pero en especial para estos últimos vuelven a surgir aquí la necesidad de llevar una vida saludable que incluya la práctica deportiva y una nutrición equilibrado.

A este respecto, el nutricionista David Baeza, del mismo centro, recuerda la importancia del óxido nítrico en la erección masculina y recuerda que su síntesis orgánica se realiza a través de dos componentes de fácil intervención nutricional :los nitratos inorgánicos y la arginina.Los primeros se encuentran en una buena proporción en el zumo de remolacha. También en el perejil, el apio y las espinacas, entre otros.