La ceremonia de collares es uno de los momentos más esperados cada vez que comienza una nueva edición de La isla de las tentaciones. En la octava temporada, como no podía ser de otra manera, el acercamiento entre los solteros y las solteras con las parejas en esta mítica escena provocó los primeros roces entre los participantes, siendo Montoya y Anita los encargados de protagonizar una fuerte discusión.

El sevillano mostró su enfado al ver como su novia sonrió a Gerard cuando le entregó el collar. El soltero es de Barcelona, al igual que Anita, y eso sirvió a Montoya para lanzar alguna que otra pullita delante de las cámaras: “Así lo tienes cerca”, le recriminó a la joven. “Me alegro que el collar tenga una forma de rosco porque es lo que te vas a llevar”, añadía.

Pero Gerard no fue el único que causó molestia en Montoya. Y es que otro soltero, que casualmente también se apellida Montoya, le entregó el collar a Anita y le dijo que le iba a cuidar, algo que hizo estallar de nuevo al andaluz: “Montoya es una familia, una saga flamenca. ¿Me vas a decir a mí ‘Montoyita’? Es un apellido que a ti te debería dar vergüenza. Y tú no vas a pertenecer ni a la palmera”, sentenciaba.

Montoya y Anita se conocieron durante su participación en El Conquistador, un programa de Televisión Española. Aunque a lo largo del concurso no sintieron nada el uno por el otro, desde que salieron y sintieron un gran flechazo no se han separado. Mantienen una relación a distancia y han decidido sumergirse a la experiencia de La isla de las tentaciones para comprobar si están preparados para dar el paso de construir un futuro juntos en la misma ciudad y tener un hijo en común.