Gerard y Alba son una de las parejas que forman parte de la octava edición de La isla de las tentaciones. Comenzaron hablando por las redes sociales y en su primer encuentro en Madrid (ciudad natal de ella) surgió un flechazo entre ellos que no les ha separado hasta el día de hoy. Llevan un año juntos y han decidido poner a prueba su amor en una de las experiencias más extremas de sus vidas, ya que vivieron una difícil etapa de la que pretenden olvidarse.

Según ha revelado el de Ciudad Real en Villa Montaña, lo dejaron unas semanas y durante ese tiempo sucedió algo que a día de hoy aún le cuesta asimilar: “Lo dejamos no sé si por mi miedo al compromiso o por qué, pero me agobié y se lo dije”, comenzaba a contar. Después de varios días sin saber nada el uno del otro, Gerard salió de fiesta a un bar de la capital y fue allí donde se encontró a Alba dándose un beso con otro chico: “Según entro, me encuentro a mi novia comiéndose la boca con un tío […] Se me partió el alma, pero lo habíamos dejado, no podía pedir explicaciones”, recordaba, revelando que cree que tanto por aquel entonces como ahora está muy enamorado de ella.

Confesaba que esta experiencia ya le había pasado con anteriores relaciones pero que ninguna le dolió tanto como aquella. A pesar de lo ocurrido y sabiendo a lo que se expone participando en este reality, asegura que “nunca actuaría por despecho” y que en el caso de que su pareja cometa alguna infidelidad, se limitaría a “disfrutar de la experiencia sin tener que guardarle el respeto que le tiene ahora mismo”.