Gerard y Alba han sido la primera pareja en protagonizar un conflicto en la octava edición de La isla de las tentaciones. Y es que después de que ella se mostrara muy nerviosa ante las primeras imágenes de los chicos en la villa y le pidiera a su novio que no eligiera a Aída, una examiga suya, para tener su primera cita, este hizo caso omiso. Una decisión que desató un terremoto emocional: “Estoy destrozada porque esperaba que me fuera a tener algo de respeto y él me acaba de faltar todo el respeto haciendo algo que justamente le pedí que no hiciera”, confesaba Alba entre lágrimas.

El propio Gerard ha querido pronunciarse sobre lo ocurrido desde el debate del espacio televisivo emitido en Mitele PLUS. Con el objetivo de dar su punto de vista y hacer frente a las numerosas críticas que ha recibido, el de Ciudad Real ha explicado que en ningún momento quería verla mal porque es alguien muy importante para él. No obstante, consideró que le faltó el respeto al inicio del programa y quiso hacérselo ver: “Yo lo veo un poco pataleta. Me prohibió que hiciera algo. Yo no le prohíbo a mi pareja lo que tiene que hacer. Mi pareja me da mi lugar y si no me lo da, me alejo”, expresaba.

Tras sus explicaciones, Terelu Campos, colaboradora del programa, señaló que lo que hizo le pareció “horroroso” y que, bajo su punto de vista, piensa que lo hizo porque le había dejado “como un ridículo delante de toda España”. “No siempre para aprender hay que castigar”, sentenciaba. En ese momento, Gerard volvía a tomar la palabra en el asunto y recalcaba que no fue un castigo. “Lo he hecho por no reforzar esas actitudes que está teniendo, saliéndose con la suya, con órdenes y faltas de respeto”, concluía.