La isla de las tentaciones 8 está llegando a su fin. Pero antes, los participantes se han encontrado cara a cara, por primera vez, con los solteros que han conseguido conquistar a sus parejas. Los chicos fueron los primeros en vivir esta mítica escena del formato y, sin duda, el enfrentamiento entre Montoya y Manuel ha sido el más tenso de todos. Y es que las chispas han estallado nada más verse.

"Buenas noches, ¿cómo están mis cornudos favoritos?", saludaba Manuel al llegar a la hoguera con un plato de patatas fritas en la mano. Como era de esperar, el intercambio de reproches entre el gaditano y el de Utrera no se ha hecho esperar, lanzándose multitud de descalificativos como “huevo frito”, “míster spam”, “papafrita” o “gambita”.

"Me has hecho un favor, yo valgo más que tú y que mi novia. ¡Gambita!", expresaba Montoya. "Ha tenido que ver cómo le he quitado la novia en menos de cinco días", respondía Manuel. En ese momento, el ex de Lucía Sánchez sacaba la famosa serpiente de juguete que ha estado colgada de la cama de Anita toda la edición. “Cada noche ha visto como tu novia y yo lo pasábamos muy bien”, decía. Unas palabras que hacían estallar a Montoya.

"¿Tú te crees que yo tengo envidia de ti, medio metro? Eres un centímetro, churra. No me tires a mí nada, me cago en la madre que te parió", gritaba. Para intentar calmar las aguas, Sandra Barneda intervenía y le daba la oportunidad a Montoya de lanzar tres preguntas a Manuel que pudieran ser respondidas únicamente con sí o no.  "¿Ves un futuro estable con Anita?", decía el sevillano. El soltero no dudaba en responder afirmativamente, algo que hacía de nuevo sacar a Montoya de sus casillas, tachándole con insultados de lo más innovadores: “chopped de aceitunas”, “mortadela” o “celador”.

Tras su respuesta, Montoya ha intentado lanzar su segunda pregunta, pero al no quedar clara, Sandra le pedía que volviera a reformularla. “No sabe ni preguntar”, señalaba Manuel entre risas. Ha sido entonces cuando el novio de Anita ha perdido los nervios una vez más y le ha dedicado una inesperada canción: "Abre una piernita, y otra piernita, introduce la gambita, luego no vale llorar, ¡todos!".

La tercera pregunta era clara. “¿Crees que Anita se puede llegar a enamorar de ti?”. Manuel tenía claro que sí y Montoya no podía creérselo. ¿Tú te crees que yo soy tonto?", decía. Era entonces cuando el gaditano le justificaba su respuesta. "¿Sabes por qué? Porque tu novia te ha puesto los cuernos antes que tú. ¡Cornudo! Eres el cornudo de esta edición. Buena cornamenta". Montoya no daba crédito a las palabras de Manuel y aseguraba que Anita se terminaría arrepintiendo toda su vida. ¿Pero este escombro quiere mi novia? ¿Esto? ¿Por esto me ha cambiado? Semejante papanatas. Te vas a arrepentir toda la vida, pero Montoya solo pasa una vez. Manuel Rodríguez cuarenta mil. ¡Respeta, huevo!", sentenciaba.