No hay dudas de que Montoya se ha convertido en el protagonista absoluto de la octava edición de La isla de las tentaciones. Sus compañeros le eligieron para disfrutar del privilegio de visualizar imágenes en directo de Anita y fue en ese momento cuando vio como su pareja estaba teniendo relaciones sexuales con Manuel. El sevillano no pudo contenerse y estalló como nunca antes lo había hecho, corriendo hacia Villa Playa con la intención de reencontrarse con ella. Algo que finalmente consiguió.

“¡Me has destrozado! ¡Te vas a arrepentir toda tu vida!”, repetía una y otra vez. Los tentadores intentaron frenarle, pero sus gritos llegaron hasta Anita, quien no dudó en salir para reencontrarse con él. "¡Sinvergüenza! ¡Que te has lucido! […] ¡Tú sabrás por qué! Que no mereces ni una lágrima mía", le reprochaba la catalana.

Sandra Barneda consiguió apartar a Montoya hasta la orilla y tranquilizarle pero, para sorpresa de muchos, Anita no se quedó en Villa Playa y siguió sus pasos. Cuando se encontraron frente a frente, se abrazaron y entre lágrimas confesó que “se quería ir con él”.  “¡Sandra, que yo me quiero ir con él ya! ¡Que me quiero ir de aquí! ¡Me quiero ir a mi casa!”, expresaba.

En ese momento, la presentadora intentaba poner calma y orden a la situación, recordándoles que no podían saltarse las normas y recalcando que sus actos iban a tener consecuencias. “Sabíais muy bien a lo que veníais. Anita, te pido, por favor, que vuelvas a la villa. ¡Todo el mundo dentro de la casa, no quiero que nadie salga de "Villa Playa"! No voy a tolerar que nadie se salte las normas. No quiero más locuras esta noche", sentenciaba.